Descripción
Frédéric (o deberíamos decir Fryderyk) Chopin mantuvo siempre vivo el recuerdo de su patria, una Polonia que jamás volvió a pisar tras dejarla atrás en su juventud para forjarse una carrera en Europa. Y lo hizo escribiendo, entre tanta genial música, composiciones de los géneros musicales que mejor representaban a su amado país: las polonesas y las mazurkas, esas danzas populares que él llevó a su máxima estilización a través del piano. Pero la tradición continuó viva a lo largo de varias generaciones tras la muerte del nostágico exiliado. El pianista búlgaro Ludmil Angelov interpretará en este concierto una variada selección de polonesas y mazurkas no solamente de Chopin, sino también de sus compatriotas Karol Mikuli (él mismo discípulo de aquel), Aleksander Michalowski e Ignaz Friedman. Un itinerario musical en el que podremos escuchar muy de cerca “La voz de Polonia”, siempre heroica, siempre íntima.